A Mahelín Rondón la conozco desde primer semestre de la universidad. Debo confesar que a penas la vi juré que era la típica sifrinita caraqueña. Sin embargo, luego de nuestra primera clase de Comunicación Oral me di cuenta de lo equivocada que estaba.
Pronto nos hicimos compinches. Fue la primera amiga que tuve en esa nueva etapa de mi vida. Fue la primera con la cual salí a rumbear y fue en su casa en donde me quedé a dormir por primera vez fuera de la residencia. Recuerdo que solíamos sentarnos en los jardines de la uni para contarnos nuestras “vida” y compartir nuestras historias pasadas.
Desde que la conocí, me sentí maravillada por su forma de ver el mundo. Siempre optimista. Siempre positiva. Siempre espiritual. Siempre Mahelín.
En varias oportunidades nos preguntaron si éramos hermanas, y una vez hasta sus sobrinos pensaron que tenían dos tías al ver una foto nuestra. Nosotros aseguramos que NO nos parecemos, pero definitivamente, algo tiene que haber.
Siempre habíamos soñado con viajar juntas, pero a pesar de los 5 años compartidos, la oportunidad no se nos había presentado. Más allá de un viaje “loco” a Río Chico y par de veces a casa de Sandy en San Juan, la esperanza de un voyage estaba siempre a la espera...
Hasta que por fin, la semana pasada, aunque no fue precisamente "viajar juntas", el milagrito se nos dio.
Mahe-Vanessa Barcelona!
Así nos dijeron. Y debo decir que aunque no tuvimos a nuestro Javier Bardem, fue mucho mejor que eso.
No sé si habrá sido simple coincidencia o un plan secreto que nos tenía la vida para que nos encontráramos en una de las ciudades más maravillosas que he conocido. Lo que sí estoy segura es que Barcelona no hubiese sido la misma si Mahe no hubiese estado conmigo.
Como siempre, hablamos.
Hablamos y paseamos. Hablamos y comimos. Hablamos y tomamos. Hablamos y nos confesamos. Hablamos y reímos, y lloramos, y cambiamos el mundo a nuestro antojo. Hablamos y soñamos con que repetiríamos la experiencia. En otro momento. En otra ciudad. O en la misma Barcelona.
Por todas las estafadas, los chocolates a 6€ y los locos que nos hicieron gritar en la calle. Por la sesión de fotos en Park Güel y el vino que se acabó mientras tratamos de voltearnos la vida para hacerla, sólo un poquito, menos complicada.
Por nosotras y lo maravillosas que somos...
Te quiero amiga
me ENCANTA la foto!
ResponderEliminarme ENCANTA que se hayan visto!!
me ENCANTA que la hayan pasado TAN bien!!!
me ENCANTARÍA estar para la próxima vez!!!!