jueves, 23 de marzo de 2017

Todos somos extranjeros

A un día del ataque terrorista en Londres.
A un año del ataque en Bruselas.
A 13 años del 11M en España.

A todos los días de Gaza, Siria y Venezuela. 

Mercedes logra salir de casa 10 minutos. Sebas ha comido y está dormido. No molestará a la abuela hasta dentro de 3 horas. 

Mercedes se calza un jean, sudadera gruesa y botas peludas. Introduce un billlete de 5 euros en el bolsillo, y se encamina hasta el supermercado Día que está 3 bloques más arriba de su edificio. No lleva cartera, solo lo necesario para pagar la lata de guisantes que le hace falta para el almuerzo.

Entra con paso firme a la tienda pues ya sabe lo que va a comprar, y entonces una voz acusadora la para en seco:

- Tú no entras aquí. No nos harás lo mismo que ayer.
Mercedes se paraliza. No entiende de qué le habla la cajera del supermercado. Acto seguido siente como uno de los chicos que acomoda los alimentos en los estantes la toma del brazo y la lleva fuera del establecimiento.

sábado, 4 de marzo de 2017

El porqué ahora leo revistas masculinas


Todo sucedió sobre las 5:45 de la tarde, al finalizar una reunión con un cliente. Estábamos hablando de redes sociales para ligar (yo es que soy pro estas apps [pero de eso les cuento otro día]) cuando cité el último artículo de una revista masculina que explicaba por qué ya no se liga en los bares. La clienta, mujer, inmediatamente respondió: "Yo lo leí. ¡Muy gracioso! Es que yo soy muy fan de GQ" (la revista en cuestión). Compartí su opinión e intercambiamos comentarios sobre lo inteligentes, divertidas e interesantes que suelen ser las publicaciones de esa revista. 

Entonces me puse a pensar en los artículos de revistas (online) que he leído últimamente y que siento me han aportado algo (o vamos, que al menos me han interesado leer) y resulta que la mayoría han sido en revistas masculinas: GQ (de mis favoritas), Esquire, Forbes, Men's Health.

¿Qué pasa entonces con las revistas femeninas?