sábado, 21 de enero de 2017

- APREND(iend)O -

Después de 30 años y 7 meses de vida por fin he entendido (o eso creo) que las cosas sí pasan por algo. 
Que hay cosas que no se piden, y que si debes pedirlas hay algo que va mal.
Que las amistades no se obligan y las relaciones no se fuerzan.
Que no todo el mundo merece una oportunidad y mucho menos una segunda. 
Y que tarde o temprano la vida se encargará de sacar de nuestra vida a quienes no deben estar en ella.

En la vida solo estamos de paso. Solos llegamos y solos nos vamos.
Es bueno estar rodeado de gente, pero NADIE es imprescindible ni indispensable.
Así que escojamos muy bien a quienes le damos poder dentro de nuestra vida y el placer de acompañarnos en este camino. Al final siempre habrá gente que llega y gente que se va.

La vida es una fiesta, y quienes no ayuden a hacérnosla más divertida y emocionante no merecen formar parte de ella.
La felicidad es una decisión. A por ella. 
¡Salud!

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