The Walking Dead Venezuela

Quien piense que The Walking Dead (TWD) es una serie de zombies no puede estar más equivocado. Sí, es verdad, hay zombies (llamados walkers), el mundo (o lo que queda de él) se está acabando, y hay un grupo de gente tratando de sobrevivir. Pero los zombies son simplemente la excusa. Bien podría haber sido un tsunami, una bomba atómica, una hambruna mundial, o cualquier otro desastre que ponga a prueba al ser humano. Cualquier situación que lo lleve hasta su estado más primitivo y lo "obligue" a pelear cada día para poder sobrevivir.

Pero por lo que realmente me gusta y sorprende la serie, es porque muestra lo mucho que puede cambiar una persona y todo lo que es capaz de hacer al encontrarse en una situación extrema. Al tener que luchar por satisfacer sus necesidades básicas. En 5 temporadas, la serie ha mostrado cómo un policía que era buena gente, que siempre hacia el bien, se preocupaba y ayudaba a  los demás, se ha ido transformando en alguien que da miedo.

Mi relación con TWD comenzó cuando llegué a España hace 2 años y coincidió con el inicio de la gran crisis de escasez de alimentos que hay ahora en Venezuela, por lo que inevitablemente comencé a hacer un símil. Desde entonces, siempre que veo un video de gente peleando por comida en los supermercados de Venezuela cuando llega algún producto, me acuerdo de los walkers cuando logran derriban a un humano y se avalanchan desesperados sobre él. Se comportan de la misma forma: como zombies, no pensantes, actuando por instinto y dejándose llevar. Las escenas siempre me han parecido lamentables y además de vergüenza me dan mucha tristeza.

Sin embargo, con el video del hombre quemándose en Catia* fue diferente, porque no me dio tristeza sino mucho miedo. Esta vez el episodio no me recordó a los walkers de la serie sino a los que siguen vivos. A quienes la situación y el tener que sobrevivir cada día los han deshumanizado totalmente. 

[*Contexto para quienes no saben lo que pasó: hace unos días, un hombre intentó robar un bus en Caracas y los ciudadanos, hartos de que este tipo de cosas suceda y la policía no haga nada, tomaron la justicia por sus manos y quemaron vivo al delincuente].

            

En el video se ve a la gente que pasaba al lado del hombre mientras éste se quemaba y lo miraban sin hacer nada, o lo grababan con los móviles, o decían algo positivo de la situación. No puedo dejar de preguntarme qué pensaría las personas que presenciaron en vivo el episodio. ¿Qué le dice un papá a su hijo cuando ve que esto sucede? ¿Cómo se le inculcan valores y principios a un niño cuando formas parte de una sociedad que permite y avala este tipo de situaciones? Si nadie quiso meterse a ayudar al hombre, ¿no se les ocurrió llamar a alguien? 

No se en qué momento la sin razón se convirtió en ley de vida en Venezuela. En qué momento perdimos la capacidad de identificar y señalar las cosas malas. Cuándo comenzamos a justificar y confundir lo que está bien de lo que está mal dependiendo de quien lo haga.

Lo que más me preocupa de todo esto es que creo que este tipo de transformaciones tan radicales dentro de una sociedad son irreversibles. Porque una vez que has vivido en el extremo, la resocialización es muy complicada. No soy socióloga, psicóloga, antropóloga, o experta en análisis del comportamiento humano, pero continuando con la analogía con TWD, en la serie se ve perfectamente como cada vez que los protagonistas intentan "normalizarse" y readaptarse para vivir cómo lo hacían antes de que todo se dañara, terminan perdiendo la batalla. Porque en el afán de hacer todo para poder sobrevivir, se han vuelto muy egoístas; y al final se han acostumbrado a vivir así.

Después de los atentados ocurridos en París y en Bruselas, me dio mucho pesar leer en redes sociales a venezolanos que recriminaban en contra de quienes se solidarizaban con los países europeos y se mostraban consternados ante los ataques. Leí cosas del tipo: "se preocupan por xx cantidad de muertos que ocurren en un país extranjero, cuando en Venezuela mueren miles de personas mensualmente a manos de la violencia y nadie dice nada".

Observado lo que pasó en Catia, y a riesgo de ser juzgada, les pregunto a todos los que postearon ese tipo de comentarios: ¿no será que la culpa es nuestra? ¿Cómo le pedimos a la gente de otros países que se preocupen por nuestros muertos cuando nosotros mismos (y me incluyo porque hablo de todos los venezolanos) ya hemos de alguna manera "normalizado" el problema? Cuando somos nosotros mismos los que nos estamos matando. Cuando apoyamos que cosas como linchamientos se lleven a cabo. ¿No les parece ilógico que pidamos solidaridad cuando nosotros mismos no la tenemos? ¿No deberíamos comenzar por condenar TODO tipo de violencia que se cometa en el país venga de quién venga?

No se qué va a pasar con la Venezuela política y económica en el corto y mediano plazo, pero creo que la recuperación social del país, la recuperación del venezolano como ser humano nos tomará décadas. De nuevo, no soy experta, ojalá me equivoqué.